Meditar para ser Creativo y Feliz.

Todos podemos Meditar. Meditar cambia literalmente la química de tu cerebro, volviéndolo más creativo, más equilibrado emocionalmente, más enfocado a resolver problemas y más consistente en términos eléctricos aún bajo estrés, pero para que esto sea posible es indispensable la práctica diaria.  Hoy más que nunca se está volviendo muy común hablar u oír hablar sobre meditación, y aun así existe un especie de mito sobre lo que es meditar, creemos que solo aquellos que han estudiado en la India, o que han asistido a retiros budistas pueden beneficiarse de esta maravillosa práctica, o que sí meditas te querrás retirar del mundo y vivir en una cueva cual ermitaño, cosas así de extrañas he oído al respecto, por otra parte es una práctica que cada vez se está popularizando más en nuestra cultura y soy muy feliz de que cada vez más personas estén meditando. Considero que es una práctica que todos deberían de adquirir como parte de sus rutinas, que estaría buenísimo que nos enseñarán desde pequeños y que esto haría una gran diferencia, no solo en nuestra calidad de vida, sino en cómo funciona nuestra sociedad.  Les voy a explicar el por que, pero antes… Quiero contarles mi experiencia de cómo empecé a meditar. Lo primero que recuerdo haber oído sobre esta práctica fue gracias a uno de mis mejores amigos que estudiaba en un centro budista, esto fue en 1999, cuando quise aprender le pedí que me invitara, tenía mis reservas, no quería volverme budista ni de ninguna otra religión, pero quería saber que onda con eso de meditar, así que fui. Por casi una hora estuvimos sentados en el piso, piernas cruzadas (yo que casi no hacía ejercicio en ese entonces, sentía que la espalda me mataba), después de un rato se me durmieron las piernas y no dejaba de repetirme mentalmente “¿qué rayos estoy haciendo aquí?, todos parecían tan pacíficos, y yo que siempre he sido de mente inquieta estaba a punto del colapso, claro, sin moverme y con una leve sonrisa, como han de imaginar que no volví. Muy bien, lo había intentado, eso no era para mi fin de la historia.  Diez años después  empecé a hacer terapia, en esos tiempos me enteré de un retiro de Meditación y Gestalt que duraba tres días, me intereso ya que pensé que podría acelerar mi proceso (mente inquieta y acelerada), así que fui, tenía miedo de que fuera una experiencia demasiado hippie (prejuicios mil).  Ahora puedo decir que esa experiencia ha sido un parteaguas en mi vida, los organizadores de ese retiro fueron la escuela de Gestalt viva de Claudio Naranjo, para quien no haya oído hablar nunca de él, es un top en cuestiones de Gestalt, pionero en la psicología transpersonal y el Eneagrama (una herramienta excelente de autoconocimiento), él junto a Robert K. Hall habían sido estudiantes directos de Fritz Perls creador de la psicología Gestalt, y justo el curso/retiro que estaba por tomar lo daba Robert K. Hall, fue un mix entre terapia grupal y periodos de meditación durante los tres días. Solo así aprendí a meditar, y no solo eso si no que empecé a vislumbrar que había todo un conocimiento del que no tenía ni idea y bueno salí hackeada, lo más importante que aprendí ahí fue que: Yo no era mis pensamientos. Cuando eres una persona tan mental como es mi caso, lo más seguro es que caigas en ciclos mentales que solo te generan ansiedad, (hablo desde mi experiencia ya que no soy experta en la materia), recuerdo de niña pensar que sin tan solo pudiera bajarle un poco el volumen a mis pensamientos me sería más fácil la vida, no se si a ustedes les pase, pero hay veces que es tanta la actividad mental que esto evita que descansemos, que podamos concentrarnos y si esta actividad mental está en positivo al menos es productivo, pero muchas veces no es así, terminamos enganchados en pensamientos negativos que nada más generan más negatividad, ansiedad y/o depresión. Tengo un post sobre pensamientos negativos en el blog. Y si les interesa aprender más de cómo funcionan nuestros pensamientos y cómo van generando emociones, les recomiendo los libros del Neurocientífico Joe Dispenza me dieron mucha claridad con respecto de que estaba pasando en mi cabecita loca. Les cuento toda esta historia para que vean qué se puede llegar de diferentes formas a esta practica y que puede que lo hayas intentado y que no funcionara. Pero quizá no era el momento, podrías darle otra oportunidad, vale la pena. ¿Pero qué es MEDITAR? En pocas palabras Meditar es aprender a estar en el presente. Aunque parece algo muy obvio realmente nunca estamos en el presente, si prestas un poco de atención a donde están tus pensamientos o están en cosas pasadas o en cosas futuras, es bien sabido por la psicología, que estar atrapado en pensamientos pasados puede generar depresión y si es en pensamientos por el futuro genera ansiedad,  la meditación se basa en la idea de estar conectados completamente a lo que pasa en este momento usando como ancla tu respiración, si te concentras en respirar estás en el presente. Esta práctica es mejor conocida en occidente como Mindfulness o Atención Plena, se empezó a hacer popular por lo beneficios que genera en la salud, y se enseña por separado que el budismo aunque sea parte de sus prácticas, es decir puedes aprender Mindfulness sin ser budista. De hecho meditar no tiene que ver con religión alguna, es una práctica que puedes realizar independientemente de la religión que practiques y que al contrario puede ayudarte a qué conectes más profundo con aquello en lo que creas. Para saber más sobre el término Mindfulness. Como yo lo entiendo la meditación es el observar cómo es que funciona tu mente, qué tipo de pensamientos son los que por lo regular frecuentas, como es que reaccionas a ellos, como son tus hábitos de pensamiento etc, es decir es una práctica enfocada en la